La salud de tus dientes es muy importante para tu calidad de vida, considerando las
funciones digestivas y el factor estético que representan para tu interacción social. Gracias
a que están hechos para resistir, damos por hecho que nada les pasará y que es suficiente
darles la limpieza regular en casa. Pues no, son tan vulnerables como cualquier otra parte
del cuerpo, en especial si nuestros cuidados son irregulares o nuestros hábitos alimenticios
los ponen a prueba con alimentos azucarados, ácidos, o que los utilicemos como
herramientas (abrir bolsas, partir nueces, etc.).
Las revisiones de rutina a las que podemos asistir pueden darnos un aviso temprano
cuando aparezca la caries, además de que el tratamiento para atenderla cuando recién se
manifiesta es sencillo. El error que cometemos es dejar que el tiempo pase y que el
problema crezca, dejando que la infección vaya reblandeciendo y penetrando el diente
hasta llegar a su nervio.
Una vez que una pieza pierde su estructura por la descalcificación, es fácil de que se
presenten fracturas en cualquier momento, o que llegue el daño al nervio y haga falta
realizar una endodoncia para salvar la pieza dental, aunque ya quedaría también más
propenso a fracturas.
La inspección personal de la caries frente al espejo es limitada; la recomendación es visitar
al dentista como mínimo dos veces al año, en su consultorio cuenta con iluminación
especial, lentes de magnificación para ver a detalle toda el área bucal y puede identificar
cualquier infección o cavidad dental. Igualmente, es un momento útil en el que el dentista
puede alertar sobre otras enfermedades que tengan algunos síntomas se reflejen en la
boca, como problemas cardíacos o diabetes.
Entre las señales por las cuales se recomienda estarse revisando con mayor frecuencia
están:
- Sensibilidad de los dientes con bebidas calientes o frías.
- Inflamación en las encías.
- Ya cuentas con implantes o prótesis dentales. Aunque estén en buena posición, no están
exentas de generar puntos de infección.
- A pesar de tener buena higiene bucal, tienes mal aliento persistente.
- Caso similar, limpieza correcta pero sabor de boca extraño persistente.
- En tu dieta, estás acostumbrado a comer alimentos y bebidas azucaradas.
- Sientes dolor al masticar.
- Tienes el hábito de fumar.
- Tomas algún tratamiento médico.
La caries que está a plena vista o cuando percibes orificios en los dientes es cuando ha
llevado mucho tiempo sin atención. Una obturación es la solución cuando tenemos caries pequeñas.
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